Las gafas de natación son un elemento necesario en el mundo de la natación. La protección de nuestros ojos de la sal y el cloro y la comodidad son importantes. Para que unas gafas sean confortables debemos realizar varios pasos que empiezan en el momento de comprar el tipo de gafa que mas se ajusten a nosotros y nos haga sentir comodos.

 

Elegir el modelo apropiado

Cuando estemos delante de varios modelos, en los que cada uno es de un color y estetica diferente, cuando hayamos elegido los modelos que nos pueden gustan hay que  realizar la primera prueba de succión. Esta prueba consiste en presionar las gafas contra los ojos para logar un ligero efecto de succión, sin colocarse la cinta de sujeción. Si las lentes se quedan pegadas a la cara durante unos instantes significará que la medida de la gafa es la correcta.

 

Ajustar la cinta de sujeción

El segundo punto es ajustarse la cinta de sujeción, ni demasiado apretado, que ara que salten o que nos aprete demasiado y nos moleste, nos de dolor en la sien o se nos quede marcada en la cara, ni demasiado suelta que podría caersenos. Y deberá situarse en el centro, ni demasiado alto ni demasiado bajo que también haría que se nos saliera. El punto medio de confort y estanqueidad para que no nos entre agua para ello debemos aprender a colocarnos las gafas.

 

Colocarse las gafas
Debemos colocarnos las gafas en la cara, debemos deslizar la cinta sobre la nuca. Posteriormente debe apoyase en la coronilla en ángulo de 45º para evitar filtraciones. Si se filtra agua de forma reiterada hay que ajustar la cinta de sujeción hasta el ajuste necesario. Para quitar el agua que haya entrado o ajustar las gafas debemos sujetar con firmeza cada óculo de las gafas y separarlas de los ojos.
Retirar las gafas
Para quitarse las gafas de natación sin problemas, debemos meter los pulgares bajo la cinta de la cabeza de ambos lados de la misma, deslizarlos hacia atrás y levantar el elástico de atrás adelante.
 Por último debemos tener presente que nunca tiraremos de las gafas hacia adelante para separarlas de la cara ya que estas podrían rebotar y dañarnos los ojos. Mirar las indicaciones de las gafas y si en las instrucciones indica «SOLO PARA USO EN LA SUPERFICIE» no deberemos zambullirnos con las gafas puestas.