Entrenar la fuerza máxima
Aunque por motivos de salud no está muy bien visto realizar esfuerzos máximos continuos, entrenar la fuerza máxima de forma puntual puede resultar interesante en una planificación con el objetivo de realizar mejoras de rendimiento.
Aplicar en la planificación microciclos de fuerza máxima nos aportará ventajas como pueden ser:
- Activar los mecanismos nerviosos que otros métodos no llegan a activar.
- Realizar cambios de intensidad de trabajo añadiendo nuevas adaptaciones y evitando que nuestros progresos queden estancados.
- Estimular la producción endógena de la hormona del crecimiento, que responde antes elevadas cargas de entrenamiento y/o esfuerzos.