Las lluvias cierran el camino
A las puertas del verano, cuando llega el buen tiempo son muy comunes los días de sol y lluvias, esos días en los que en cuestión de minutos pasamos del sol a la lluvia y de la lluvia al sol. Los días de intenso calor vienen precedidos por cortas pero intensas lluvias tropicales.
Si estas acostumbrado a correr por las zonas verdes aisladas en la ciudad habrás comprobado el cambio que en pocos días produce este fenómeno en la vegetación. El primer problema que nos encontramos en los días posteriores a las pequeñas lluvias es que en poco tiempo la tierra se seca pero no por completo, así que confiados de que esta todo seco nos adentramos en el bosque para practicar nuestro deporte favorito y nos encontramos que algunas zonas aún están húmedas.
Si estas han sido pisadas o rodadas por alguna bicicleta lo mas normal es que le sea mas difícil secar la pequeña charca creada y tengamos que adentrarnos en el fango llevándonos algún que otro kilo de más en nuestras zapatillas que ara molesto nuestro entrenamiento. (más…)
Las horas del día son muy largas, pero en cada día hay horas claves para que nuestro entrenamiento nos aporte más ganancia, haciendo que podamos quemar grasas mientras dormimos, en el momento en que nuestro nivel de insulina es más bajo son las mejores horas para entrenar.
Si hemos estado en el dique seco durante un tiempo, lo más importante es tomárselo con calma, ir despacio y con buena letra, sin precipitarnos. Los errores más comunes en estos casos suelen ser el volver antes de hora, pensar que ya no nos duele o nos duele poco y querer regresar sin estar preparado, en estos casos lo que hacemos es retroceder en el tiempo de recuperación, volvemos a recaer por lo que se ha de tener claro que a la mínima molestia debemos desestimar el esfuerzo físico que estamos o deseamos realizar.
Este es el paso que dan muchos de los deportistas que llevan tiempo viendo el
Esta tarde al salir del trabajo he comentado a una compañera «Esta lloviendo mal día para correr» a lo que me ha comentado que era día para escribir. Pues he pensado que era día de ambas cosas. La sorpresa al llegar a casa era que no llovía, la diferencia de distancia del trabajo cuando supera los 20K puede dar estas ventajas en algunos casos que se pueden convertir en inconvenientes otro. No llovía y estaba en parte seco.
Aunque siempre he defendido que el mejor sitio para correr es un bosque, ya que el terreno es más favorable para nuestras piernas que el asfalto y en verano los árboles nos protegen del calor de los rayos del sol, sin contar que la tasa de contaminación es más baja ahora que llega el invierno mi consejo es cambiar de aires.
