Entrenar en cintaNunca será lo mismo entrenar al aire libre que entrenar en la cinta pero hay momentos en los que no es mala idea trabajar en el gimnasio, ya sea porque nos estamos recuperando de una lesión o por que hace mal tiempo, realizar tus entrenamientos de carrera en el gimnasio te puede comportar ventajas además de complementar tus rutinas de entrenamiento.

Las cintas de correr te permiten tan solo apretando un botón, simular terrenos con diferentes desniveles, te permiten completar desafíos de diferentes velocidades con sus programas configurados, además de poder medir la velocidad y la distancia junto a otros parámetros. Entrenar en la cinta te permite no depender de la climatología permitiéndote entrenar en mitad de un frío invierno, con un calor sofocante o bajo una intensa tormenta.

La cinta hace que correr por la noche sea menos peligroso como también es menos dañino para tus articulaciones, ya que el impacto es más reducido que el del asfalto, el cemento u otras superficies, esto lo convierte en una buena superficie para recuperarte de las lesiones y volver a tu ritmo habitual. Útil para realizar un pequeño calentamiento antes de tu sesión de fuerza o de pesas, al igual que para enfriar antes de irte a la ducha cuando estas en el gimnasio.

Pero lógicamente no todo es perfecto y tiene sus puntos negativos como pueden ser la eliminación de los elementos externos como del viento o las irregularidades del terreno como las cuestas que sobre el asfalto no puedes evitarlos. Esto hace que el esfuerzo que se realiza en la cinta sea siempre menor y la mejora también, por eso nunca se podrá comparar el trabajo de la calle con el del interior realizado mediante la cinta de correr.

Al igual que el asfalto daña las rodillas la cinta no deja de ser una superficie móvil que tira de nuestros pies hacia atrás en cada aterrizaje, dañando nuestros tobillos.

La cinta es un buen medio puntual para entrenar a correr y recuperarte, para iniciar o para sustituir una sesión de exterior que no puedas realizar por la climatología, por dolores leves o cualquier otro imprevisto, pero si finalmente vas a tener que salir a la calle si quieres mejorar. La superficie de la cinta es plana, monótona y blanda, lo que no la hace la mejor para fortalecer y potenciar las articulaciones de las rodillas y tobillos.

Las vistas desde el gimnasio tampoco acompañan comparadas con el paisaje que nos podamos encontrar en algunos lugares. Recuerda no abusar de los entrenamientos en cinta, son una buena alternativa pero nada comparado con el aire libre.

Foto: Arthur Hidden