Cambia el planComo decía el actor George Peppard que encarnaba el personaje de Hannibal Smith en la famosa serie de Equipo A: «Me encanta que los planes salgan bien». Y es que en estas épocas que corren, nunca mejor dicho, de un deporte afianzado en la población con el objetivo no solo ya de adelgazar sino en el de mejorar día a día, el no tener un plan de entrenamiento que te permita tener una guía de distancias, intensidades, ejercicios, en resumen una pauta semanal que te evite lesiones y una mejora progresiva controlada puede resultar muy difícil mejorar tu marca personales.

Encontrar un plan ideal es muy difícil, hay muchos en Internet, en aplicaciones especializadas en planes, pero lo mas adecuado es un entrenador personal que se base en la información que recoge directamente de ti, porque nadie mejor que tu, para conocer su cuerpo, sus limitaciones. Pero no siempre nos podemos permitir un entrenador personal por ello nos buscamos la vida y probamos uno o varios planes hasta que encontramos uno que nos sirva.

Seguir el plan es importante por lo anterior comentado y en otros artículos. Pero puede que no siempre puedas. Cambia el plan, si tal cual te lo digo, no es algo malo, no es algo que repercuta en tu objetivo o si ,dependiendo el tipo de cambio. Puede ser un cambio de momento, durante un entreno no te ves, con la fuerza para seguir lo que el plan indica, o un día ves que estás sobreentrenado y decides modificar todo el entreno de ese día cambiandolo por algo más suave o incluso descanso. Esto no debería repercutir negativamente, al revés al conocerte tu mejor que nadie puede evitar una lesión incluso llegar al objetivo mejor. Tambíen puedes hacer un cambio a medias, ya que veas que el plan es muy estricto o suave, cambiando el planteamiento y seguramente de objetivo.

Y aquí viene un ejemplo, suelo coger los planes de Asics, no me han ido mal alguna vez, el plan de media tiene varias fases, acondicionamiento y fortalecimiento y luego las de velocidad y distancias largas finalizando con el tapering y la carrera. Siempre me encuentro que la última tirada larga es esperanzadora, suele ser a ritmo muy parecido al de la carrera. Llega el día señalado salgo a tope y mis tiempos son fantástico hasta casi el final, que el calor o haber salido demasiado animado me hacen no lograr el ritmo aún habiendo seguido el plan.

En la última planificación la primera fase de distancia corta todo iba sobre ruedas, ritmos rápidos incluso con desniveles en los meses frios, venia de dos 10K en el que mejoré marca, pero las distancias largas vino la primavera y no llegaba, estaba muy lejos, desanimado por no poder seguir el plan modifiqué mi objetivo, hasta el día de la carrera, que cansado y dolorido por la noche anterior solo me propuse acabar. Salí tranquilamente y al final mejoré 6 minutos después de años intentándolo. Cambié el plan con ritmos en tiradas largas bajos, no porque quisiera sino porque no podía mas.

Luego preparé en 1 mes un 10K y el plan era desorbitado , ritmos rapidísimos después del esfuerzo de la anterior carrera y decidí cambiar algunos entrenamientos duros por suaves, prefería recuperar que lesionarme, porque me veía cansado y que iba a lesionarme. Incluso algún entrenamiento me planteé trotar y al final acabé haciendo calentamiento y 4 vueltas de 2K a modo de serie incremental ya que iba mejorando al final la última vuelta era al ritmo de la sesión. Lógicamente no es lo mismo rodar 8K a un ritmo que 2K, pero asimilé la velocidad progresivamente y eso me permitió correr al ritmo de la sesión y empezar poco a poco para no lesionarme. En este caso cambié el entreno antes de hacerlo, un cambio de planteamiento que me permitió poder seguir la planificación en el resto de días, por ello no temas a un pequeño cambio, no te hará perder sino mejorar.

Y si es un gran cambio que te hace replantearte no solo la planificación sino el objetivo, piensa que es bueno para ti, ya que evitarás lesiones.