Consejos para correr por la nieveSon muchos los corredores que viven en zonas donde la nieve el algo a los que se tienen que enfrentar muy a menudo, pero para otros son ocasiones excepcionales en los que la meteorología nos regala unos pocos días de nieve para disfrutar con nuestros pequeños. Y como nos sentimos como niños a muchos nos gusta la idea de salir a correr por la nieve en esos días. Como suelen ser pocos días y no siempre tenemos un año con una nevada que nos permita disfrutar de ese paisaje blanco os comparto unos consejos para correr por la nieve y reducir los peligros que ello conlleva.

 

1.- Mira donde pisas

Y es que la nieve oculta no solo lo que hay debajo de ella, sino que no sabemos que tipo de nieve nos vamos a encontrar. Al igual que la hierba de la montaña puede que debajo haya un obstáculo que no tengamos controlado y nos haga desequilibrarnos o torcer el tobillo, pero también nos oculta el estado y la altura de la nieve, ya que puede que nos encontremos nieve profunda o hielo tapada por la nieve. Busca zonas limpias que veas que no hay hielo para mejorar la tracción y evitar sustos.

2.- Pasos cortos

Para correr con nieve es imprescindible acortar nuestra zancada y aumentar la cadencia. Esto nos permite a través de los pasos cortos tener mejor estabilidad y equilibrio a la hora de cualquier susto. También significa que el tiempo de vuelo va a ser menor por lo que el tiempo de reacción también lo será pudiendo recuperar el equilibrio en el siguiente paso. De lo contrario tras un mal apoyo nos vayamos al suelo sin poder evitarlo.

3.- No salgas con hielo

Si hay hielo, que se suele formar con temperaturas que ronden los 0ºC o en una nieve muy pisada en la que se termina formando nieve, es aconsejable no salir, solo puedes ganarte un resbalón e irte al suelo. Es mejor salir con nieve virgen y con temperaturas inferiores a bajo cero.

4.- Busca alternativas

Si hay mucho hielo, hace mucho frío o no te ves capaz busca alternativas, es un buen momento para ir al gimnasio o quedarse en casa a correr en la cinta o en el rodillo que nunca va mal realizar entrenamiento cruzado para recuperar y mejorar. Si no te va bien ninguna de estas alternativas busca el momento más adecuado en el que mejoren las condiciones para hacerlo. Evita la primera y última hora del día ya que las temperaturas serán más frías.

5.- Entrena por tiempo

Si no tienes alternativa o estás deseando salir a correr por la nieve, realiza un entrenamiento por tiempo, olvídate de la distancia y sobre todo del ritmo. Es un terreno difícil y peligroso en el que vas a realizar un sobreesfuerzo y vas a ir con precaución así que la distancia y el ritmo es lo de menos.

6.- Más vale malo conocido

Si vas a salir es preferible que salgas a correr por un terreno que ya conozcas, evitaremos accidentes innecesarios por el desconocimiento del recorrido y del terreno. Tomándoselo siempre con mucha calma.

7.- Zapatillas adecuadas para la nieve

Si vas a salir a correr con las zapatillas de carretera por la nieve o por el hielo olvídalo. Busca unas zapatillas adecuadas, a poder ser de montaña que tengan tacos, mejor si son tacos separados que agarren en la nieve y se suelte con facilidad. Pero sin duda lo más efectivo es acoplar a las zapatillas las microcadenas, también llamadas microcrampones o microspikes. Son unas cadenas muy parecidas a las de los automóviles.

También sería aconsejable buscarnos unas zapatillas impermeables para que la nieve no moje las zapatillas y estas entren a nuestros pies en forma de agua helada. Las que llevan membrana Gore-Tex son las más adecuadas, hay otras menos impermeables que pueden servir. La sensación de correr con los pies mojados y helados es muy desagradable y dolorosa. En el momento que sintamos esa sensación de humedad sería conveniente finalizar el entrenamiento.

8.- Mejor acompañado que solo

Si no puedes, avisa del recorrido que vayas a realizar pero siempre será preferible salir acompañados en estas condiciones tan adversas en las que podemos fácilmente lesionarnos. También disponer de un medio de comunicación como es el smartphone cargado de batería.

9.- Elige bien tu ropa

Para la nieve debemos calcular muy bien la ropa que necesitamos, lo más aconsejable son tres capas para temperaturas gélidas y ventosas. La primera transpirable aislará el sudor de nuestro cuerpo, la segunda térmica posiblemente polar nos aportará calor y la tercera más liviana nos protegerá del viento, la nieve y el agua de la lluvia o humedad como puede ser un cortavientos. No olvides de cubrirte la cabeza y las orejas, que es la zona donde perdemos más calor, el cuello y las manos. Que no se te olviden los guantes.

10.- La técnica en nieve

A la hora de correr en la nieve debemos utilizar una técnica apropiada que pasa por pisar con el antepié en zonas de ascenso. Clava la punta del pie en la nieve para crear un pequeño peldaño mejorando la adherencia para realizar el impulso. Con el pie plano resbalarás. Si la nieve esta muy pisada es conveniente buscar peldaños y hoyos ya creados y pisar con la punta del pie.

En el caso de las bajadas no hay que frenarse mucho, soltar el freno y dejarse llevar, abre los brazos para equilibrarte, realizar una bajada en deslizamiento forma parte de la técnica del trail en nieve, es lo más adecuado así ya iremos controlando los resbalones deslizándonos a modo de esquí. Si la nieve es muy densa y la bajada pronunciada siempre se puede optar por el sistema «culen-bajen», si eso es, sentarse en el suelo e ir bajando arrastrando el culo por la nieve a modo de trineo.

11.- Asume las molestias de correr por la nieve

Si salimos a correr con la nieve piensa que algún resbalón te vas a llevar seguro y puede que en alguno acabes en el suelo. Además la nieve es muy exigente, más si es muy alta y debemos dar zancadas como si corriéramos en el agua. Eso se acentúa con la falta de calentamiento muscular por las elevadas temperaturas y por la humedad de la nieve sobre nuestros músculos, ya sea por el contacto con la nieve o con los copos que puedan caer.

Correr en nieve también produce dolores en tobillos y pantorrillas causados por los surcos y giros en las placas de hielo. Nuestra postura también suele terminar variando encorvándonos provocando dolor de cuello y hombros.