Llegados en épocas como esta en el que el verano va desapareciendo cada día, haciendo los días más cortos y disfrutamos de calurosos días y frías noches, se nos viene la duda de que ropa debemos llevar al salir a correr. Las prendas han evolucionado, los tejidos protegen del frío o de los rayos solares, absorben el calor o expulsan el sudor por ello es importante llevar ropa adecuada para realizar deporte y a su vez llevar la cantidad adecuada.
Vamos a explicar un poco como evaluar que llevar y cuantas capas. Lo primero importante es llevar un control de la temperatura que hay en el momento de salir. Podemos consultarlo en el ordenador, en el móvil donde app’s te indican la temperatura o tener un termómetro que te informe de la temperatura interior. Después debemos conocer nuestro cuerpo, saber a que temperatura pasamos frio o calor, nos enfriamos o sudamos, partiendo de la base que debemos sumar entre 5 y 10ºC a la temperatura exterior ya que nuestro cuerpo entrará en calor aumentándola y en donde teníamos algo de frío parado luego en movimiento podemos tener calor.
Para la parte superior podemos disponer de tres capas. La primera capa, aquella que está en contacto con nuestro cuerpo, deben ser camisetas ajustadas y que no queden grandes ya que si no crearían bolsas de aire y podríamos coger frío, ni tampoco muy ajustadas ya que las sales del sudor podrían generarnos roces en el pecho. Existen primeras capas de manga larga, manga corta o compresivas. La primera capa la llevaremos todo al año al ser la única que llevaremos en temporada de calor.
En la segunda capa, de utilización en épocas menos frescas o calurosas como última capa o como protección en días fríos, de lluvias o de mucho viento como si de la tercera capa se tratase con el fin de protegernos del frío y secos en temperaturas medias y suelen abarcara diferentes grosores dependiendo de la temperatura.
La tercera capa y última suelen componerla los cortavientos y chubasqueros con el fin de repeler el agua y el viento. Este tipo de prenda no suele abrigar, para ello está la segunda capa, sino para evitar lluvia y viento. Ambos suelen proteger de la lluvia y el viento pero lógicamente el chubasquero repele más el agua que el viento y el cortavientos repele más el viento que no el agua.
Las tres capas deben quedar lo suficientemente ajustadas para que no pierdan la eficacia para lo que técnicamente están diseñadas, ( retener el calor, desalojar el calor o el sudor, evitar el agua, … ). Para épocas frías las zonas donde perdemos más del 40% del calor corporal no suelen protegerse. Hablamos de la cabeza y las manos así que siempre se recomienda unos guantes acorde con la temperatura y un gorro técnico para proteger las extremidades de la gran pérdida de calor.
Para la parte inferior no se diferencian por capas pero si por tipos y longitud de la prenda. En los tiempos fríos son aconsejables las mallas largas o los piratas que pueden ser de diferentes grosores. Para los tiempos más calurosos o menos fríos usaremos mallas cortas o pantalones cortes para correr que suelen ser más finos, ligeros y transpiran más. En el caso de los calcetines debemos buscar los que se ajusten mejor pero sin sobrepasarse que no nos haga roces entre los dedos, sin costuras y que transpire para que no se reblandezcan y se dañen y sobre todo que nos hagan sentir cómodos.
Las prendas están diseñadas expresamente para hombre o mujer, porque no son iguales, no sudan de la misma forma y suelen proteger las zonas adecuadas para cada sexo.
Como extras son importante gorras, gafas o muñequeras. Elementos que puedan parecer más de alguien estiloso que quiere ir marcando tendencias o que pensemos lo contrario hemos de pensar en lo practico por encima de todo. Una muñequera que nos permita secar el sudor de la cara o una gorra que nos proteja del sol e incluso de la lluvia fina, útil para aquellos que corren con gafas de ver. Para el verano es aconsejable viseras técnicas o gorras, a poder ser blancas que no absorban el sol como la negras. Las gorras nos protegen también la cabeza del calor y las viseras nos dan más libertad en el momento de que nos evita los rayos en la cara pero nos libra de tener la cabeza tapada.
Es un elemento importante para que desaloje el sudor y evite que nos recorra por la cara y nos llegue a ojos y boca. Por último unas gafas de sol que nos proteja de los rayos ultravioletas con una protección solar adecuada. Un ajuste adecuado para que no se nos caigan o muevan, no nos hagan daño y eviten el sudor en los ojos son los valores a tener en cuenta al igual que la protección de los rayos, que sean ligeras y nos protejan. Se aconseja acudir a ópticas especializadas.
Como norma del deportista, nunca debemos estrenar nada en competición, ya sea ropa de vestir o geles para ingerir, el malestar o la rozadura nos pueden dañar la piel o el cuerpo y arruinarnos la carrera.
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