Aplicar frío o calorAlguna vez nos hemos preguntado: ¿Frío o Calor?

Porque hoy en día es mucha la gente que practica algún tipo de deporte o ejercicio es muy fácil que suframos alguna lesión debido a un mal gesto, un golpe o llegar a un esguince, una contusión o simplemente realizando tareas domésticas o cotidianas nos hagamos daño.

En esos momentos a nuestra cabeza viene la pregunta de ¿Frío o Calor?, que aplicar. Es muy fácil que no sepamos a qué método recurrir después de algún tipo de lesión. Muchos de nosotros hemos visto en la televisión a futbolistas con sus piernas envueltas en hielo, o nuestra familia nos ha aconsejado una bolsa de agua caliente para los dolores de espalda y recorremos a lo que pensamos que es lo más adecuado para tratar de calmar el dolor. Pero cuál es la opción correcta en cada momento, para qué sirve y cuando debemos utilizarlo.

Ya sea por una patada, un codazo, una caída, un mal gesto, un golpe o un movimiento indebido nuestro cuerpo sufrirá dolor, tras haber corrido tus piernas también estarán cansadas y doloridas y sino al día siguiente lo estarán, por eso intentaré explicaros para qué sirve el frío y el calor, como aplicarlo y que es lo que hace realmente y cuando debemos utilizarlo, porque si nos equivocamos en la aplicación de frío o calor podemos obtener el resultado opuesto al deseado.

Aplicar frío como hielo a las lesiones

Frío

El frío es el principal remedio para lesiones de sobrecarga con bastante dolor. Su efecto es analgésico en la lesión aguda realizando un efecto de adormecimiento.

Cuando aplicar el frío

Debemos aplicar frío sobre una lesión que se acaba de producir, en un espacio de veinticuatro a cuarenta y ocho horas. Cuando la lesión es de carácter muscular o de articulaciones como también podremos aplicarlo sobre los tendones. Es muy recomendable en las lesiones articulares especialmente de tobillos, hombros, muñecas, codos, cuando se produce un esguince o una torcedura.

Para qué sirve el frío

Aplicando frío controlamos la inflamación, minimizando la hemorragia e impidiendo la cicatrización.

Que hace el frío

El frío aplicado en las zonas, reduce la llegada de sangre, deteniendo o ralentizando el proceso inflamatorio mediante la vasoconstricción (cierre de los vasos sanguíneos). Cuando nos lesionamos generamos una hemorragia en los tejidos blandos como el ligamento, los músculos o el tendón. La sangre se dirige a la zona inflamada para cicatrizarla y el frío evita que la sangre llegue para minimizar la hemorragia y tumefacción que impiden el desarrollo de la cicatriz y ayudando a recuperar la zona dañada.

Como aplicar frío.

Necesitamos algo frío ya sea hielo o una bolsa de guisantes, un vaso o cristal puesto a congelar, para ponerlo posteriormente en la zona afectada pero nunca directamente sobre la piel. Deberemos separar la piel del hielo poniéndolo dentro de una bolsa o toalla. Si aplicamos el frío directamente sobre la zona lesionada dañaremos la piel quemándola. También debemos visualizar la zona para ver que nuestra piel no está recibiendo demasiado frío, iremos moviendo el hielo para que la lesión descanse y no sea dañada. La aplicación no será superior de 30 minutos y se recomienda que supere los 15 minutos.

No se debe volver a la actividad física de inmediato, ya que la acción analgésica del frío puede enmascarar el dolor y la lesión y repercutir ampliando el daño producido.

Aplicar calor con almohadilla electrica o bolsas de calor

Calor

El calor es una forma de calentar las partes de nuestro cuerpo antes de un ejercicio o recuperación.

Cuando aplicar calor

Debemos aplicar calor (no entendemos por calor la aplicación de fuego) en músculos doloridos para realizar calentamiento como método de preparación antes de iniciar un esfuerzo físico, para espasmos o tirones y para recuperar una lesión y debamos realizar estiramientos de los músculos. También podemos aplicarlo en sesiones de masajes o tratamientos.

Su aplicación debería ser pasadas veinticuatro horas o cuarenta y ocho horas en el momento que el frío deja de ser apropiado para nuestra lesión al no existir riesgo de hemorragia.

Para qué sirve el calor

Calentar y preparar la zona para un tratamiento recuperativo. Al aplicar el calor también mejoramos la cicatrización

Que hace el calor

El calor influye positivamente sobre el tejido conectivo como principal acción médica preparándola cuando vamos a realizar un esfuerzo o recuperación, extendiendo las fibras de colágenos que facilitan la movilidad muscular y articular o mejorando la cicatrización de los tejidos blandos tras una lesión.

Como aplicar calor

Debemos aplicar una bolsa caliente o calor húmedo suavemente sobre la zona afectada. Un tiempo de entre cinco y diez minutos. Al igual que la aplicación del frío debemos controlar periódicamente la piel para evitar abrasión de la zona. Se trata de buscar la sensación de calor por lo que evitaremos las temperaturas elevadas que produzcan quemaduras o dolores.

Ambos: Frío y Calor En algunos casos podremos aplicar frío o calor indistintamente en la zona que deseamos recuperar, ya que los efectos y los resultados son los mismos. Para lesiones crónicas podemos utilizar calor antes de ejercitarnos para mejorar la circulación y frío al final de la sesión de ejercicios para evitar los efectos inflamatorios de la hinchazón.

Por último, cualquiera situación que perjudique la salud o se cause la prolongación del dolor debe consultarse al médico inmediatamente y no realizar ningún tipo de esfuerzo que pueda perjudicar o agravar la lesión.

Baños de frío

Chema Martínez en un baño de hielo

La mayoría de los atletas profesionales lo usan, como en la imagen Chema Martinez (@chemitamartinez) toma un baño de agua fría, incluso con hielo (es mucho mejor que una ducha caliente). Ya sabemos para qué sirve aplicar frío y de esta forma lo aplicaríamos en una mayor superficie. La forma de hacerlo es con un barreño o bañera, la llenamos con agua fría y rellenamos con hielo con suficiente altura que nos cubra glúteos, gemelos, tobillos, partes que sufren la fatiga de una carrera o entrenamiento hasta alcanzar de 10º a 15º C. Y nos introduciremos dentro siendo los primeros minutos los mas duros pero al día siguiente sentirás una mejoría. Este tratamiento previene la aparición de várices y celulitis. Aconsejan una duración de 30 a 60 segundos

Baños de contraste

La aplicación de frío y calor es un nuevo concepto introducido en tratamientos de tipo inflamatorio. El contraste lo debemos crear mediante dos cubos que cubran la zona a bañar de agua fría (introduciremos hielo) y otro de agua caliente (calentaremos agua progresivamente hasta alcanzar una temperatura soportable y no abrasiva para nuestro cuerpo, recomendable 35-36ºC) .

El proceso consiste en 3 min de Baño Caliente y 1 min en Baño Frío repitiéndolo de 4 a 6 veces en el orden indicado Caliente – Frío, Caliente – Frío.

Vale destacar que la parte bañada presentara un pequeño enrojecimiento por la temperatura aplicada.

Otra acción que supliría en pequeña parte si no disponemos de frío tras acabar un entrenamiento es el estilo ‘jamón’ que es poner los pies hacia arriba en una pared como si estuvieran colgando como un jamón que dificulta la circulación de la sangre y realizamos el mismo efecto que el frío sin el adormecimiento.