Lesión rotura fibrasUnas de las lesiones que se pueden dar en corredores son las contracturas musculares, la distensión o las roturas fibrilares. Puede que la similitud lleven a confusión pero son totalmente distintas, su tratamiento y su prevención también lo son. Si quieres saber cuál es la diferencia entre rotura de fibras, contractura, distensión tomate unos minutos para leer las siguientes líneas.
Foto: @drobotdean

Contractura muscular

La contractura muscular o espasmos musculares, suelen ser producto de una sobrecarga de larga duración o por estrés en el músculo. La sobrecarga o el estrés pueden provocar un acortamiento del músculo o la tensión de uno o varios nódulos de una banda tensa que a su vez está dentro de una fibra muscular, lo que se conoce como puntos gatillo, que son esos nudos que podemos notar en su palpación.

Para prevenir las contracturas se aconseja realizar un adecuado calentamiento antes de iniciar cualquier actividad física intensa y un adecuado estiramiento tras su finalización con el objetivo de restablecer la longitud del músculo.

Si ya se ha producido el tratamiento de una contractura pasa por aplicar calor y frío, punción seca y estiramientos.

Distensión muscular

La distensión muscular o elongaciones, aparecen tras forzar un estiramiento o al haber realizado un esfuerzo por encima de las posibilidades del músculo, común mente sobrecarga muscular.

No presentan ninguna daño visual, ni hematomas, pero se pueden apreciar en su palpación. Suele notarse un pinchazo, las zonas más comunes son los aductores, gemelos, sóleo, isquiotibiales o el recto anterior del cuádriceps.

Para prevenir las distensiones musculares deberemos calentar de forma adecuada, realizar estiramientos de forma controlada sin que haya dolor. Buen mantenimiento de los músculos mediante ejercicio y el adecuado descanso, hidratación y alimentación adecuada y sobre todo no forzar la musculatura.

Si debemos tratar una distensión muscular, deberemos aplicar frío en un inicio seguido de masaje, estiramiento y reposo pasado tres días y la vuelta gradual de la actividad.

Rotura fibrilar

Rotura fibrilar o roturas musculares, son la rotura de la masa del músculo, de forma parcial o total producido por un cambio repentino de estado de forma agresiva sin una previa adaptación, es decir con una falta de calentamiento del músculo antes de someterlo a una actividad intensa porque ha sobrepasado la capacidad de estiramiento máxima rasgándose o rompiéndose.

También puede producirse durante el trabajo en condiciones de frío o mucha humedad en la que el músculo no llega a entrar en calor o al desequilibrio entre agonistas (los responsables de la acción principal del movimiento) y antagonistas (se oponen a la acción del movimiento).

A diferencia del pinchazo de una distensión, la rotura de fibras se nota como una pedrada, ya que la sensación es de haber recibido un golpe con una piedra. Esta lesión separa las fibras, aparecerá hematoma a causa de la hemorragia interna y su grado de gravedad vendrá definida por la distancia de separación entre los extremos musculares.

Para evitar las roturas musculares necesitaremos realizar una descarga muscular mediante masajes y estiramientos con la finalidad de relajar la musculatura, eliminar toxinas, oxigenar el músculo y acabar con la fatiga y estrés muscular.

Trataremos las roturas fibrilares en consecuencia del grado de su gravedad. Iniciaremos un tratamiento con frío durante los primeros días para reducir la inflamación, para posteriormente realizar vendajes compresivos durante el reposo. Al tercer día, realizaremos masajes de descarga, estiramientos suaves y contracciones isométricas. En el transcurso de la recuperación se intensificarán los masajes y se realizarán ejercicios de fuerza para recuperar el músculo.